En el año 1.930 se inician los procesos para la construcción de un nuevo edificio escolar en Almassora, un edificio que pueda contener toda la población escolar que se encontraba dispersa en cuatro edificaciones poco aptas y que, por tanto, perjudicaban la calidad de la enseñanza. Se lleva a término el proyecto del nuevo centro y se puede apreciar que se ha concebido como si se tratara de dos graduadas independientes dentro de un único edificio. Con dos entradas, dos escaleras y dos salidas independientes al patio. Un patio de luces impide la comunicación interna de las dos graduadas. El edificio tenia dos plantas y se completaba con unas naves, al fondo del patio, donde estaban las aulas de párvulos y el futuro comedor de Auxilio Social, después comedor escolar.
La inauguración del edificio fue un acontecimiento social en todo el norte del País Valencià. Fue inaugurado el 29 de noviembre de 1.931, y no a principio del curso escolar porque se esperó la presencia de Miguel de Unamuno. Pero como que esta se retardaba y se aproximaban las elecciones, por cuestiones políticas, es procedió a la inauguración con el nombre del Grupo Unamuno sin la presencia del ilustre personaje.
El edificio contenía seis unidades de chicas y seis de chicos, dos de párvulos de chicas y dos de chicos, y tenía dependencias de biblioteca, museo, despachos de dirección, conserjerías, lavabos y un patio amplio. El hecho más importante es que toda la población escolar quedó concentrada en un edificio, al mismo tiempo que una localidad como Almassora satisfacería las necesidades educativas mínimas. El edificio mantenía separadas las unidades de chicas y de chicos, también funcionaban dos direcciones diferentes.
A partir del año 1.939 el Grupo Unamuno cambia el nombre por el de Cardenal Cisneros. Durante la guerra civil española, la actividad escolar estuvo interrumpida, como en casi toda España. La escuela pasó a denominarse Ferrer i Guàrdia.
Durante la Guerra Civil, se acondicionó el colegio como hospital militar. Después de la Guerra las aulas afectadas por la transformación se habilitaron para la vivienda de la señora conserje.
Las dos graduadas del Cardenal Cisneros continúan funcionando de forma independiente hasta el curso escolar 1.964 - 1.965, en el que se unifican bajo una única dirección. El primer director interino fue D. Julio Sancho, cosa que no comportó ninguna fusión del alumnado, continuando separados las chicas de los chicos, incluso entraban por su puerta correspondiente y jugaban en su propio patio separados por una gran pared de tres metros de altura.
En el año 1.965 se cambió todo el tejado del colegio. Esta obra modificó todo el aspecto exterior del edificio, ya que pasó de una cubierta de dos aguas a un tejado en forma de terraza. La causa de este cambio fue la cantidad de goteras que aparecían en el edificio. Durante esta remodelación, el alumnado de párvulos se tuvo que escolarizar en los locales del Frente de Juventudes de la calle de Santa Bárbara y el resto del alumnado en el Colegio Embajador Beltrán en jornada única de 15 a 19 horas.
En el año 1.972 se efectúa una segunda remodelación que afecta las aulas de párvulos que separaban el patio escolar de la zona agrícola de detrás. Se derriban las aulas situadas al lado del Matadero Municipal y se construyen cuatro nuevas en la primera planta y también un patio cubierto en la planta baja. . Al año siguiente se tabicó, de forma provisional, el patio cubierto, y se construyeron cuatro aulas nuevas. Con esta remodelación, las clases de párvulos pasaron a impartirse definitivamente en las aulas del edificio antiguo y las nuevas albergaron el alumnado del los cursos superiores.
El 26 de abril de 1.980 el colegio recibió la visita del ministre de Educación, D. Otero Novas, acompañado por las autoridades ministeriales, provinciales y locales, las cuales se interesaron por el estado del centro. El ministro se interesó mucho por la conservación de un edificio típico de una época importante en la escolarización del país como fue la República. Como consecuencia de la visita, se hizo un plan de remodelación del centro que incluyó la renovación de las instalaciones eléctricas, la reforma de los lavabos, el rebajamiento de los techos con escayola y la eliminación del patio de luces, con la unión de los pasadizos de la planta baja y de la primera planta con un presupuesto de diez millones de pesetas (60.101 euros).
Durante las vacaciones de Navidad de 1.984, el Ayuntamiento construye un muro de prolongación de la pared lateral del edificio antiguo y abre una calle por el patio de la escuela. Después de la denuncia correspondiente por parte de la dirección y después de negociaciones con la Dirección Territorial de Castellón, se intercambian estos terrenos por los adyacentes al colegio, pertenecientes a la cesión de la urbanización Darremur al Ayuntamiento. Ahora el colegio dispone de dos patios: uno entre los dos edificios y otro detrás del edificio de Segunda Etapa. Pero para tener acceso desde el colegio a este patio nuevo, se derribaron dos aulas de la planta baja y se obtuvo un porche cubierto. El proyecto llevaba aparejado la construcción de una pista polideportiva en el espacio nuevo, la construcción de uno lavabos nuevos para este edificio y un acceso nuevo en la escalera antigua.
El día 23 de septiembre de 1.998 se inicia el derribo de uno de los edificios más emblemáticos de la población.
DIRECTORES DEL COLEGIO
Mª Pilar Abat 1.939 – 1.946
Carmen García P. 1.946 – 1.957
Isabel Ballester 1.957 – 1.959
Reinalda Adell 1.959 – 1.960
Inés Muñoz Puchart 1.960 – 1.961
María Clausell 1.961 – 1.964
José Espín Gracia 1.939 – 1.942
Jesús Milián 1.942 – 1.943
Félix J. Berenguer 1.943 – 1.944
Jesús Milián 1.944 – 1.945
Pedro Viñarás 1.945 – 1.950
Guillermo García 1.950 – 1.953
Francisco de Casas 1.953 – 1.957
Jesús Milián 1.957 – 1.960
Félix Duque 1.960 – 1.962
Julio Sancho 1.962 – 1.966
Abelardo Marcote 1.966 – 1.972
Jesús Milián 1.972 – 1.975
Luís Alcalá 1.975 – 1.977
V. Rogelio Beltrán 1.977 – 2.001
V. J. Selusi Franch 2.001 -
